Cactus Echinopsis

Cactus Echinopsis

Cactus Echinopsis

Los amantes de la naturaleza tienen en el Cactus Echinopsis uno de los representantes más llamativos debido a la majestuosidad y colorido de sus flores. Se caracterizan por presentar forma de globo, semejando un erizo de mar, de color verde intenso. Sus flores representan una verdadera sinfonía de aromas, formas y colores, mostrándose en formación de pétalos sencillos o intrincados; creando alucinantes paisaje efímeros, ideales para el regocijo del alma y el espíritu.

Cuidado del Cactus Echinopsis

La abundante floración de estos cactus es el resultado de la combinación apropiada de luz solar, agua y nutrientes. A pesar de la corta duración de las flores, una planta sana puede florecer varias veces durante el verano:

  • Riego y características del suelo: como todos los cactus, no necesitan tanta humedad y requiere de suelos poroso; se recomiendan macetas anchas, con poca profundidad.
  • Exposición al sol: aunque es aconsejable el sol directo, es importante proporcionar algo de sombra durante el verano, principalmente en las horas más cálidas del día.
  • Cuidado de las plagas y enfermedades: particularmente la cochinilla, hongos y los ácaros pueden representar un gran problema. Para evitar la aplicación de insecticidas pruebe limpiar la superficie con agua jabonosa y eliminar los insectos manualmente. Es importante detectar síntomas como superficie rugosa, decoloración u oscurecimiento para diagnosticar apropiadamente los problemas en el crecimiento.
  • Nutrición: abonar, por lo menos una vez al mes, durante el verano, para garantizar el sano crecimiento de la planta. Emplear la relación de NPK recomendada y suspenderse durante el otoño e invierno.

 

Crecimiento y reproducción

El Cactus Echinopsis se reproduce con facilidad a partir de semillas, aunque también los pequeños brotes que crecen sobre el cuerpo del cactus principal pueden ayudar en su reproducción.

Los brotes que crecen en la base de las plantas madre se extraen con la ayuda de un objeto afilado, cuidando las raíces que brotan de estos pequeños cuerpos. Los mismos se trasplantan sin riego, por lo menos durante las 2 primeras semanas, evitando así cualquier reacción adversa por acumulación de humedad y propiciando la adaptación del cactus.

Para proceder a la reproducción por semillas, las mismas se esparcen sobre el sustrato saturado en agua, asegurando que la semilla se mantenga unos centímetros por debajo de la superficie. Las macetas se cubren con un plástico transparente y se mantienen a la sombra, de manera de asegurar la temperatura adecuada y retener la humedad propicia para el desarrollo de la semilla. El plástico puede retirarse repetidamente durante el día para asegurar la humedad adecuada del terreno y retirar el agua en exceso acumulada sobre la superficie de la cubierta. Las semillas pueden tardar hasta dos meses en germinar; se retira el plástico y se dosifica el acceso a la luz solar hasta que el cactus logre un desarrollo apropiado para su trasplante e independencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *